- El arte del Pan de Muerto se eleva con una experiencia que celebra la tradición mexicana.
El pan de muerto es mucho más que un alimento de temporada, es un símbolo de historia y tradición en México. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el país existen más de 60,000 panaderías, de las cuales el 97% son micro y pequeñas empresas familiares que durante octubre y noviembre registran hasta un 40% de incremento en las ventas de pan. Esta época representa para los mexicanos un momento para recordar a quienes ya no están, celebrar la vida y compartir en familia. Su forma circular representa el ciclo de la vida y la muerte, las canillas evocan los huesos y la esencia de azahar aromatiza la masa, mientras que el azúcar despierta el cariño de quienes lo comparten. Preparar pan de muerto requiere paciencia y dedicación: desde la mezcla de harina, azúcar, huevos, manteca, leche y levadura, hasta el reposo, el horneado y la decoración final. Cada paso es un ritual que refuerza la conexión entre quienes lo elaboran, transformando la cocina en un espacio de memoria y encuentro.
En esta temporada, Bohemia, una cerveza con 120 años de maestría cervecera, se une a la chef Lula Martín del Campo para celebrar esta tradición con una propuesta que eleva la experiencia gastronómica mexicana: acompañar el pan de muerto con una Bohemia Vienna, cuya suavidad maltosa y notas de caramelo realzan los aromas de mantequilla, anís y azahar, logrando un equilibrio perfecto entre sabor y textura.
“El pan de muerto es una tradición que nos conecta con nuestra historia y nuestra identidad. Cada receta, cada aroma y cada bocado nos recuerdan la importancia de compartir, de recordar y de celebrar la riqueza de nuestra cultura en compañía de una cerveza a la altura”, comentó la chef Lula Martín del Campo.
La variedad de la familia Bohemia realza cada platillo con su carácter premium y notas únicas que armonizan con los sabores de la temporada. Bohemia Cristal aporta frescura a la sopa de quelites gloriosos; Bohemia Pilsner equilibra los sabores intensos de la tostada de guacamole con salsa macha, pepitas y chapulines; mientras que Noche Buena – el sabor icónico de la temporada otoño invierno y parte de la familia Bohemia– resalta la dulzura natural y las especias de la calabaza de otoño. Un recorrido gastronómico que celebra la tradición de esta estación.
Por su parte, Alexa López, gerente de marca Bohemia, señaló: “En Bohemia creemos que las tradiciones se mantienen vivas cuando se reinterpretan con respeto y pasión. Esta temporada celebramos 120 años de maestría cervecera y momentos que perduran en la memoria”.
Así, Bohemia continúa celebrando la esencia de México: sus sabores, su historia y el arte de reunirse alrededor de la mesa. Con 120 años acompañando los momentos que importan, Bohemia reafirma su propósito de estar presente en los instantes que unen a las personas, celebrando el sabor, la historia y la pasión por lo auténtico que hacen de cada temporada un recuerdo inolvidable.













